lunes, 17 de mayo de 2010

Bienestar general en el Estado, como fin excencial de la existencia del Estado.

Una interesante obra sobre la teoría general del Estado y, desde mi personal punto de vista a un vigente, si no en todo, si una gran parte de ésta, es la de R. Carré de Malberg publicada bajo la tercera República francesa y estando vigentes las leyes constitucionales de 1875; es importante precisar que el concepto de Estado ha ido evolucionando y no se debe de perder el punto de estudio del Estado en la historia, pues los hechos históricos de cada nación son los que determinarán las distintas concepciones de lo ¿Qué es un Estado in concreto? o ¿Qué es el Estado in abstracto?

Encontramos que para Rene Carré de Malberg los elementos constitutivos del Estado se reducen esencialmente a tres: a) elemento humano, b) elemento territorio y c) una potestad pública. La primera que debe contener un cierto número de hombres y que estos hombres hayan conseguido, de hecho, formar un cuerpo político autónomo, pero distinto de los grupos estatales vecinos considerando al Estado como una comunidad humana. El Estado es una forma de agrupación social. Esta clase de colectividad estará sobrepuesta a intereses particulares, es decir, de intereses privados o inclusive de intereses públicos locales, que se puedan tener entre sus miembros. Para terminar diciendo que este pueblo unido formará una Nación; entendiéndose como tal al conjunto de hombres y poblaciones que forman un Estado y que son la sustancia humana del Estado. El segundo elemento constitutivo es el que se encargará de que ése grupo de hombres esté en contacto directo conviviendo en un territorio que les sea común. El territorio es uno de los elementos que permiten que la nación realice su unidad. El Estado necesita imprescindiblemente poseer un territorio propio, porque esta es la condición esencial de toda potestad estatal. –Bajo la concepción del Estado de Malberg el término Nación es usado para identificar a un pueblo nunca para usarlo como sinónimo del Estado. Estado y Nación no se deben confundir; ya que, la Nación, encierra un significado sociológico y no jurídico. Lo jurídico atiende al Estado-. En tercer lugar, se señala que lo que constituye, igualmente a un Estado, que es una potestad pública que se ejerce autoritariamente sobre todos los individuos que forman parte del grupo nacional. En este último punto se refiere a la creación de una voluntad que sea capaz de atender los intereses de la colectividad en general, pero engendrando un poder coercitivo que le permita a esa voluntad que se constituyó imponerse a los individuos.

En la actualidad esta potestad pública se ha traducido como la facultad que tiene un órgano de gobierno para imponer el Estado de Derecho y no una forma de autoritarismo. Ya que autoritario se refiere al régimen político en donde se ejerce el poder sin limitaciones, y por ende, existe un exceso de autoridad que se constituye en un desvío de poder. La evolución en la concepción de las distintas figuras en los órganos de gobierno ha ido desarrollándose de manera diversa al igual que el desarrollo de los Estados contemporáneos.

En opinión de Eduardo López Sosa los elementos constitutivos del Estado son tres:
Elemento humano: los individuos que gozan de la nacionalidad mexicana por nacimiento o por naturalización; de sus obligaciones y prerrogativas que tienen como mexicanos.

Elemento territorio: que comprenden las entidades federativas, islas, incluyendo arrecifes, y cayos de los mares adyacentes; las aguas de los mares territoriales y las marinas interiores y el espacio situado sobre el territorio nacional.

Elemento gobierno: nuestra constitución al respecto indica que “todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste”.
El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno.

Sin embargo dentro de estos tres elementos se tiene que agregar el siguiente:

El elemento teleológico. El Estado como toda corporación pública, se estructura de acuerdo a fines valiosos y precisos.

Entendemos por “fin”, aquel resultado de la actividad, que se concibe idealmente como límite o término, ya sea próximo o remoto.

Aplicada esta idea al Estado, su fin será aquello que ha de obtener y por cuya consecución existe como entidad.

El Estado mexicano, a través de su gobierno, será el encargado de tratar de alcanzar el bien común o procurar el interés social del pueblo mexicano. El ideal del bien común que busca toda sociedad establecida en un determinado territorio y con un gobierno plenamente establecido “consiste y tiende a concretarse en el conjunto de aquellas condiciones sociales que consienten y favorecen en los seres humanos el desarrollo integral de su propia persona.”[1].

[1] Encíclica Pacem in Terris de Juan XXIII.

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